lunes, 2 de febrero de 2015
Anticipando los efectos de las reformas
Las
modificaciones legales que se han venido desarrollando por parte del
Ejecutivo Nacional, representan un punto de interés para toda la
población y es por ello que se desata un debate sobre los efectos positivos y negativos que las reformas pueden proporcionar al país en este año que se está iniciando. Los
argumentos empleados para la toma de tales decisiones giran en torno a
incrementar la inversión social y contribuir al principio de justicia y
equidad. De esta manera el ministro de Economía, Rodolfo Marco Torres y
el jefe del Seniat, José David Cabello, presagian un buen año 2015, agregando que las reformas
permiten optimizar el sistema tributario, y puso de ejemplo, que ahora
las empresas que se escondían tras las figuras de cooperativas y
fundaciones tendrán que pagar impuestos.
La
otra cara de la moneda está representada por un conjunto de opiniones
de analistas y expertos que consideran que la reforma ha llegado en un
momento en el cual sólo se contribuirá a la crisis, ya que el país está
necesitando la estimulación de la producción, del emprendimiento y lo
único que se está incorporando son más controles y pagos de impuestos.
En este particular, el economista Luis Oliveros indicó que no existirá efecto ya que el problema de Venezuela no es de bolívares sino de divisas. Además, evaluando la información emitida por Fedecámaras, un empresario normalmente paga 22 compromisos entre impuestos ordinarios y fondos parafiscales, lo que consume más de 60% de sus ingresos.
En este contexto, el
país está repleto de incertidumbre y resulta interesante escuchar las
recomendaciones que si bien no funcionan como varitas mágicas pueden
formar parte de la mejora de la crisis. El 4 de enero de 2015, a través del diario El Universal, Los economistas José Guerra, Orlando Ochoa y Asdrúbal Oliveros hacen una lista que catalogan como “los 10 salvavidas a la economía”: independizar al BCV, unificar el dólar, reducir el gasto, enfocar a Pdvsa, decidir sobre la gasolina, liberar los precios, transparentar la situación, reconducir las importaciones, estimular el ahorro, y otras medidas como: redistribuir y planificar mejor el presupuesto, ir a un financiamiento externo y facilitar medidas que den oxígeno al sector privado, reducir la estructura burocrática del Estado y “…reprivatizar empresas públicas que dan números rojos y que son una carga.”